lunes, 15 de julio de 2013

La caza

Ficha técnica (Filmaffinity): La caza
Demoledora. Thomas Vinterberg dirige con maestría La Caza, un emocionante drama sobre abusos sexuales que huye de los tópicos del género, y se centra en las relaciones personales en vez de en un proceso judicial o una investigación, enfoque más habitual de este género. Un tratamiento que podría recordar a "La Duda", monumental enfrentamiento dramático entre Meryl Streep y Philip Seymur Hoffman, con similar trasfondo, pero que huye de la especulación y se centra más en las consecuencias.
Un profesor de guardería separado se enfrenta a la acusación de una niña, que comienza como una mentira inocente y se transforma en una pesadilla para el personaje interpretado por Mads Mikkelsen. Todo su mundo se desmorona y la desconfianza infecta el pequeño pueblo en el que vive, aislándole y conviertiendole en un paria.
Si algo hay que destacar de esta película es el trabajo de Mads Mikkelsen. Conocido por su inquietante interpretación en Casino Royale, el actor da el resto en esta fantástica muestra de cine. Todo el peso de la película recae sobre sus hombros, y lo lleva con soltura, a pesar de la extrema complejidad del personaje al que representa. Y es que el director danés ha conseguido una profundidad tan extraordinaria en la definición de sus personajes, y las relaciones que les unen, que es un verdadero desafío para todo el elenco no perder el pulso a la historia.
Lo más escalofriante de la historia es la sensación que trasmite de que a cualquiera le podría pasar. Los prejuicios de la sociedad, en base a rumores o sospechas, se llevan al último extremo durante los 110 minutos que dura la película. Y aunque la película finalmente ensalza el poder del perdón, se permite un tercer acto en el que recuerda que la desconfianza es como una mala hierba: por muchas veces que se arranque, una vez que ha crecido, siempre lo vuelve a hacer.

jueves, 11 de julio de 2013

Escondidos en Brujas

Ficha técnica (Filmaffinity): Escondidos en Brujas

Son muchos los adjetivos que se me vienen a la mente cuando tengo que hablar de Escondidos en Brujas, pero sin duda me quedo con sorprendente. Desde que empieza hasta que termina, el trabajo realizado por Colin Farrell y Brendan Gleeson, y complementado por Ralph Fiennes y Clemence Poesy, me ha dejado sencillamente enamorado. De la historia, llena de "recovecos", guiños al cine negro y humor, en ocasiones, rallando el absurdo. De las interpretaciones, sobre todo de un Colin Farrell que destaca por lo excéntrico de su personaje. Y de una ciudad: Brujas, que es quizá la más injustamente desconocida de los grandes destinos de Europa.
Dos asesinos a sueldo son "exiliados" a Brujas durante dos semanas tras cometer un grave error. Estas "vacaciones" nos descubrirán la ciudad de Bélgica, desde varios puntos de vista, y nos llevarán a destinos insospechados, con un final dificil de olvidar.
Cine negro: si. Comedia: también. Originalidad: a raudales. Como ya he comentado al comienzo de esta crítica, me sorprendí gratamente al descubrir esta película del director de, la más reciente, Siete Psicopatas. No me esperaba una producción tan sólida y, mucho menos, una historia tan redonda, aderezada por unas interpretaciones de primera linea. La película huye de lo convencional, y se agradece, y consigue arrancar la carcajada mientras que, en otros momentos, hace aflorar la congoja al empatizar con estos personajes. Una extraña variante del sindrome de Estocolmo que, en ocasiones, hace que el espectador simpatice con asesinos, ladrones o criminales en general, y finalmente convierta a los antiheroes en víctimas. La magia del cine, que sería imposible de hacer realidad si no hubiese detras un guión sólido que, además, fue justamente nominado al Oscar

lunes, 8 de julio de 2013

Antes del anochecer

Ficha técnica (Filmaffinity): Antes del anochecer

Desconfiaba un poco de las críticas de Antes del anochecer, cierre de la trilogía que empezaba con el encuentro en Viena de Jesse y Celine. Generalmente, las grandes expectativas suelen conducir a decepciones, sobre todo cuando los antecedentes son tan buenos. Sin embargo, y por fortuna, estamos ante una excepción, ya que esta película se ha convertido instantaneamente en un clásico y es una de las mejores en lo que va de año.
9 años después de que Jesse y Celine se reencontrasen en Paris, sus pasos les conducen a Grecia a pasar unas idílicas vacaciones. Ya no son los dos jóvenes que tenían una vida por delante que construir, y la rutina ha invadido sus vidas. El romanticismo ha quedado sepultado bajo las responsabilidades del día a día. Durante estas vacaciones, la pareja tendrá la ocasión de volver a tener una larga conversación, en la que se puede apreciar la evolución de su relación y, porque no, el desgaste. Aun así, la magia que les envuelve sigue presente, y sigue luchando para mantenerles juntos.
En esta ocasión la fórmula cambia un poco. Mientras que en las dos partes anteriores la pareja protagonista monopolizaba el metraje casi entero, esta tercera introduce nuevos personajes que aportan su punto de vista sobre las relaciones. Aun así, lo esencial y característico de las anteriores entregas sigue presente: Largas secuencias de dialogos que emocionan, entornos románticos que acompañan y una realización soberbia. Richard Linklater adora a estos personajes y eso se nota, como también lo hacen Hawke y Delpy con sus respectivos papeles.
Si algo caracteriza a la saga es la naturalidad. De algún modo todos nos podemos sentir algo identificados con los personajes y las situaciones que viven, sintiendo que recorren lugares comunes, y anticipando reacciones y consecuencias de las palabras que construyen el guión. Un guión brillante a todos los niveles, que arranca risas y lágrimas, y que alcanza un alto nivel de complicidad con el espectador.
¿Es necesario ver las dos anteriores? No. Tan solo recomendable, ya que merece la pena no perderse los orígenes de esta historia. Sin embargo, la película que nos ocupa, consigue ser del agrado de todos, aunque no sepan nada de Jesse y Celine. Una película altamente recomendable, llena de pequeños detalles y que hará las delicias de los espectadores.

martes, 2 de julio de 2013

Antes del atardecer

Ficha técnica: Antes del atardecer

Antes del atardecer retoma la historia de Celine y Jesse 9 años más tarde. Y lo hace en París, en un corto reencuentro, acotado por el despegue de un avión que tiene que coger el personaje interpretado por Ethan Hawke. Julie Delpy encarna nuevamente a Celine, que vive en Paris, la ciudad elegida para esta continuación.
Aunque algo más floja que la primera, me resulta muy interesante por la evolución que presentan los personajes. 9 años más tarde, el romanticismo juvenil yace herido de muerte, ante unos Celine y Jesse mucho más adultos, que aunque se resisten no pueden evitar revivir lo sentido hace casi una década. Nuevamente la película se centra en la conversación de estos dos personajes, que en esta ocasión no dura toda una noche, sino que se vive en tiempo real de la mano de los espectadores. Frustraciones, arrepentimientos y hasta reproches se concentran en 80 minutos que son suficientes para reavivar una llama, y brindar nuevamente un final abierto, aunque menos mágico y misterioso que el vivido en la primera de la trilogía. El tono de la película es algo más oscuro, a pesar de la luz que emana Paris. Es una película que habla en pasado, mientras que su predecesora era puro futuro. Y el futuro que se intuye en esta, al menos a corto plazo, es bastante sombrío e incierto.
De cualquier modo es interesante asistir al crecimiento de ambos personajes y, porque no, de ambos actores. Lo menos bueno es que trata de aferrarse demasiado y a cualquier precio a una fórmula que funcionó 9 años atrás: ciudad romántica, largos paseos y conversaciones que dejan entrever el romance al principio, y que al final se convierten en declaraciones directas. Lo mejor, al margen de la química de los protagonistas, es vivir la conversación en tiempo real, ya que el tramo final aporta una dosis extra de ansiedad, al no saber que decisiones tomarán los personajes protagonistas, y saber que el avión va a despegar.
Recomendable y mucho. Aunque es indudable que no consigue el golpe de efecto de la primera, tiene más que suficiente para ser un producto sólido y disfrutable. Se nota el cariño puesto por el director y los actores y consigue dejar con ganas de saber como acaba (o continua) la historia. Algo que ya se puede hacer en los cines y que yo, personalmente, espero resolver esta misma semana.