Acabo de llegar del cine, y lo hago con una sonrisa de oreja a oreja. Y hoy no entraré en tecnicismos, salvo para elogiar un precioso trabajo de animación en 3D, lleno de color y movimiento, que nos introduce en un mundo lleno de maravillas. Hoy me gustaría hablar del trabajo hecho con cariño. De una película que gustará a niños y mayores. De una obra cuyo único límite lo pone la imaginación. Hoy hablaré de Los Croods.
Si, una vez más peco de excesivo entusiasmo, pero es que reconozco que me ha sorprendido esta historia de descubrimiento, crecimiento y aventura. Los personajes son todos únicos, y experimentan a su modo una evolución acelerada, en esta aventura prehistórica (como reza el título) Los escasos 90 minutos de duración rebosan humor, mayormente amable y puntualmente infantil, pero con suficientes guiños a un espectador más adulto. Estamos, además, ante un homenaje a la familia, como apoyo en el proceso de crecimiento.
¿Todo es bueno? Yo diría que si. Las risas de los niños, y los comentarios de los mayores en la sala lo confirman. Venga, vale... algo regular: quizá la historia no sea muy original y la trama es bastante sencilla y previsible... pero aun así sus emocionantes escenas de acción y sus carismáticos personajes, la construyen de tal manera que eso no importa.
Sal de la caverna. Sigue la luz. Y nunca tengas miedo.
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