martes, 9 de abril de 2013

Los idus de marzo

Los idus de marzo, o como matar el idealismo en diez sencillos pasos, es una película dirigida por George Clooney, de una factura técnica impecable y un reparto de primerísima fila, que peca de auto complacencia. La película no esta mal, pero dista bastante de donde parecía querer llegar George Clooney. La temática, los entresijos de la política, parece encajar bastante con los tiempos actuales, donde raro es el día que un político no protagoniza las portadas de los periódicos. La historia, sin embargo, aunque bien hilvanada no deja de ser bastante previsible y, en ocasiones, poco creible. En este juego en el que todos quieren ser más listos que los demás, al final parece que todos son bastante tontos. Un juego de cazadores cazados algo inverosímil, aunque hay que reconocer que bastante entretenido.
Las interpretaciones son todas bastante buenas, aunque me quedo con la de Ryan Gosling que se perfila como uno de los mejores actores de su generación: Drive, Crazy Stupid Love, Blue Valentine o Half Nelson son algunos de los mejores ejemplos de una joven promesa ya hecha realidad (por cierto, todas muy recomendables) Un intérprete de los buenos, que en su meteórica carrera ya acumula más de una veintena de premios y muchas más nominaciones, entre ellas al Oscar y varias a los Globos de Oro. A mi, personalmente, ya ha conseguido interesarme lo suficiente como para estar expectante con los próximos estrenos que nos prepara, el más cercano, Cruce de Caminos.
Para hablar del resto del reparto tan solo nos hace falta mencionar sus nombres: George Clooney, Paul Giamatti, Philip Seymoyr Hoffman, Marisa Tomei... Sobran las presentaciones y currículos. Una verdadera gozada de elenco, al que por desgracia le falta algo de guión para deslumbrar.
Merece la pena verla, y posiblemente sea de las mejores de su año, pero aunque apunta buenas maneras, está bastante por debajo del trabajo referencia de su director: Buenas noches y buena suerte. No obstante este Clooney promete y mucho detrás de las cámaras y cada vez me parece más creíble delante.

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